De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), los microplásticos son diminutas partículas de plástico, menores a 5 milímetros, compuestas de polímeros y aditivos que son potencialmente tóxicos para la salud humana.
Luis Francisco Sánchez, asesor regional de salud, ambiente y cambio climático de la OPS comenta: “Hay suficientes evidencias que confirman una alta presencia de microplásticos en la cadena alimenticia, así como en el agua dulce y el agua potable.”
Ahora bien, ¿sabías que una sola persona consume 5 g de microplásticos a la semana? Eso equivale a una tarjeta bancaria. El mal manejo de los residuos que desechamos, el desgaste de la ropa sintética, la abrasión de las llantas, la quema de basura, entre otros procesos, contribuyen a que los microplásticos estén en todos lados.
Primer paso: Evitar que su concentración en los ecosistemas siga creciendo.
Una manera de que esta realidad no nos afecte al grado en que lo hace, es dejando de consumir plásticos de un solo uso.
Para empezar a actuar, la CDMX en el 2021 prohibió la distribución, venta y entrega de plásticos de un solo uso.
Esta es solo una de las medidas para reducir la contaminación por plásticos. Nosotros como ciudadanos podemos actuar y ayudar a nuestra salud y al medio ambiente desde casa rechazando, reduciendo y reusando los plásticos que empleamos en el día a día.
Recuerda las R’s de la economía circular y rechaza, reduce y reúsa en la medida de lo posible para el beneficio de todos.
Checa este enlace y conoce más detalles sobre cómo impacta el microplástico a nuestra vida diaria y las opciones que tenemos para evitar sus daños. «
Es una campaña de transmisión del conocimiento y propuestas de soluciones para disminuir el impacto de la contaminación por plásticos en la CDMX.