La Ciudad de México es la quinta urbe más poblada del mundo con más de 9,209,000 habitantes, de acuerdo con INEGI, y en donde cada persona genera más de un kilo de residuos diarios. Tener un control más puntual de los desechos que aún pueden reutilizarse parece complejo, pero existe un sector laboral que filtra toda la basura: los recolectores.

De acuerdo con el Programa de Gestión Integral de Residuos para la Ciudad de México 2021-2025, hay 15,464 trabajadores recolectores que tienen la función de recoger y separar los residuos que salen de cada vivienda al recolectarlos.

Andrés Martínez, un joven de 25 años, es parte de esta importante labor. Él nos asegura que, si desde casa se hace bien la separación de los residuos, más objetos se pueden recuperar y reaprovechar. “Antes sí se separaba la basura, pero mucha gente ha ido perdiendo ese hábito, lo que provoca fallas al separar, como cuando las personas tiran los restos con comida para llevar. Como echan todo junto, los restos de comida hacen que el mismo contenedor se moje y se rompa, y luego se mojan otros residuos, lo que hace complicado la separación”, nos cuenta.

Andrés asegura que, en su experiencia, lo que más se desecha es cartón y PET, y a veces esos plásticos los llenan de desechos orgánicos (restos de alimentos) y no se pueden recuperar.

“Lo que he visto que se hace mucho es que, por ejemplo, recipientes de PET, de H (HDPE), los rellenan con desperdicios, y esos ya no se pueden reciclar. Con los recipientes de vidrio no hay problema, pero lo que es H y PET, sí es mejor separarlos porque si no, ya no sirven”, nos dice sonriente.

El trabajo de Andrés se limita a separar la basura durante el traslado a las estaciones de transferencia, por eso nos impulsa a fomentar el hábito de la separación de residuos desde casa y evitar tirar juntos envases de plástico con comida, para que puedan tener una segunda vida. «